Es un instrumento mágico que lo cambia todo.
Aclara la mente de quien emite.
Y la de quien recibe.
Convierte el caos en orden.
Impide la divagación.
Resalta los errores como con luces de neón.
Es increíblemente coste-eficiente.
Es una de las razones principales para hacer reuniones.
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Y sin embargo…
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No hay suficientes pizarras a nuestro alrededor.
Llénalo todo de pizarras (y de rotuladores que funcionen). No te arrepentirás.